El juego de azar es una muy interesante actividad sobre la que en cierta forma nuestro control puede ser limitado. Y al igual que todas las actividades de este tipo, suelen generarse una serie de mitos y supersticiones en torno a su contexto.
Las cábalas que tienen como origen la tradición mística esotérica hebrea actualmente se reduce en criterios y conjeturas que se basan en que para obtener un resultado es necesario respetar un ritual u objeto tótem de suerte.
En este sentido, existen variadas cábalas y estrategias de juego conocidas popularmente en relación a los casinos. Números de suerte, utilizar una prenda determinada (esperemos se lave a diario), llevar consigo un objeto, realizar una secuencia de acciones, en fin, pueden representarse en diferentes modos. Además, sobre el Casino existen mitos que configuran prototipos, creencias alrededor de fenómeno muchas veces refutadas. Hay muchos mitos, pero también hay hechos, en esta sección especificaremos algunos de ellos los Top 10 de los Mitos de Juego. ¿Preparado? Empecemos…
Ningún operador de Casino respetable ofrece juegos amañados. No es conveniente ni mucho menos ético. A nivel económico es totalmente anti producente, si se corre la voz o hay suposiciones al respecto los jugadores abandonarían la plataforma de Casino y toda su inversión se perdería.
La banca siempre tiene ventaja por lo que no necesita amañar el juego para tener más probabilidades de ganar, aún amañando juegos tendría que perder cada tanto y es lo que sucede sin necesidad de recurrir a ello, por lo tanto, cuál sería el sentido de hacerlo.
Los Casinos tienen interés en ofrecer juegos fiables e imparciales, por ello invierten en auditorias y verificaciones independientes que sostengan y respalden su buen nombre. Eso sí es una estrategia de ganancia a largo plazo.
La capacidad de ganar en algunos juegos está ligada directamente a la suerte, pero en otros a la astucia, el uso de estrategias probadas y las habilidades matemáticas pueden aumentar las probabilidades de ganar.
Si bien algunos juegos como la ruleta y los dados tienen sobre todo directa relación con el azar, juegos como el póquer y el blackjack también implican habilidad. En estos últimos, es posible ganar en base a estrategias y decisiones informadas, aún si una parte del juego siempre depende del azar.
Si bien las estrategias se basan en cálculos de probabilidades midiendo hechos aleatorios ya sucedidos, siempre se trata de probabilidades. Es decir, se mide la certidumbre que se asocia a un suceso o evento futuro.
Sin embargo, aún bajo condiciones suficientemente estables siempre puede tener lugar un suceso improbable.
Los juegos de azar son juegos donde la probabilidad es muy importante, pero como tales tienen su cuota de improbabilidad y contingencia. No es posible predecir con certeza que acontecerá.
Un buen sistema y estrategia de apuesta es siempre un punto a favor del jugador; no obstante, la banca, es decir el Casino, siempre tiene mayores probabilidades de ventaja.
Muchos de los mejores jugadores de azar del mundo tienen la capacidad de concretar y establecer grandes sistemas de juego, lo cual acrecienta sus posibilidades de ganar increíblemente. Sin embargo, superar la ventaja del Casino es imposible. Este es un hecho irrefutable que ni el mejor sistema de apuestas puede modificar.
Definitivamente se trata de un mito, el jugador puede ganar y después perder y finalmente volver a ganar, sin necesidad de que el Casino haga nada al respecto.
El Casino no necesita hacer nada en propósito porque los juegos de azar son justamente eso: de azar. Otorgan probabilidades de victoria y de derrota. Son muchos los jugadores que han tenido rachas de puras derrotas que al leer esta posibilidad seguramente reirían con gusto, les hubiese gustado ganar una vez. Del mismo modo, hay quienes ganan en rachas vencedoras y sí que se van, pero una vez que han superado su importe apostado, en ese momento se retiran con sus ganancias muy contentos.
Que el casino deje ganar a un jugador para que se quede, es como si le pagará por su presencia y eso lo hacen solo con quienes trabajan en el establecimiento.
El azar es impredecible y eso es lo genial de los juegos de azar, valga la redundancia. Probabilidades, habilidades y estrategias no pueden ganar a la característica más importante que define estos tipos de juegos.
Aún en las máquinas tragamonedas, que popularmente se considera más probable llegar a ganar si se juega en una de ellas lo suficiente como para hacerlo, hay un 100% de probabilidad de que finalmente quiebres. No hay certezas de que pase una cosa o la otra, se trata de azar; pero las probabilidades eventuales en este punto juegan en tu contra.
Contar cartas significa llevar un recuento de las cartas de alto y bajo valor que se han jugado. Lo que facilita una idea de las probabilidades de que una carta en particular aparezca. Es decir, puede ser útil para estar más al tanto sobre las reales probabilidades de juego y por ello posibilitar un mejor rendimiento. Esta no es una actividad ilegal en absoluto. Demuestra habilidad de juego.
Esta no es una actividad ilegal en absoluto. Demuestra habilidad de juego.
En el caso de muchos juegos en línea, el conteo de cartas es casi imposible, debido a que se baraja antes del juego.
Es un mito, cada Casino de renombre cuenta con máquinas tragamonedas que funcionan en base a sistemas de aleatoriedad. Cada tirada de una tragaperras es aleatoria, y no depende de la anterior o la siguiente.
Las máquinas funcionan en base a porcentajes de devolución, conocido como “payback”. En la mayoría de los slots se trata de entre un 80 y 95 por ciento del dinero invertido por los jugadores. Es justamente sobre estos porcentajes que se programan los algoritmos aleatorios que crean las combinaciones.
Es cierto que dominar la estrategia del póquer o aprender a jugar al blackjack correctamente, requiere de práctica. Sin embargo, esta misma practica es irrelevante en juegos que dependen sobre todo del azar.
En juegos tales como la lotería, la ruleta, el bacará, los dados, el bingo y las máquinas tragamonedas, el éxito se convierte en pura cuestión de suerte.
No importa cuánto apuestes, en la mayoría de los casos, los juegos de casino pagan las mismas probabilidades independientemente de cuánto dinero se apueste.
Si bien existen algunas máquinas tragamonedas que ofrecen mejores porcentajes de pago y probabilidades al aumentar la cantidad de dinero apostado, a menos que esté explícitamente indicado debes suponer que tienes tantas posibilidades de ganar o perder con una apuesta menor como con una apuesta mayor.